Ahí viene el coco....

Realmente pocas personas saben mi historial clínico y creo es momento de sacarlo a la luz. Solamente (a Dios gracias) una vez he pisado un hospital para que me arreglen algo, fue de entrada por salida y super sencillo.

Estaba en el kinder y estaban haciendo reparaciones en el patio del colegio, por lo nos llevaban a la hora del recreo, al parque que estaba enfrente, en grupitos pequeños y ahí nos dejaban jugar un rato mientras las maestras se ponían al corriente en sus vidas.

A mi me encantaban los columpios, pero no los usaba como los demás niños, sino que en lugar de estar bien sentadita como todos, ponía mi pancita en el asiento del columpio, pasaba mis brazos por debajo de este para no caerme y con mis piernas caminaba hacia adelante y hacia atrás hasta que lograba mecerme en esta complicada posición; contreras desde chiquita...

Una niña acomedida (dijo la maestra, para mi, metiche) estaba paradita atrás de el juego en el que yo estaba y me observaba detenidamente, no sé exactamente que pasó por su mente, pero de seguro pensó: Esta pobre no puede columpiarse, y que va la muy méndiga y que me da un aventóooooon...! que volé por el aire, aterricé con la cabezota y me abrí la parte izquierda de mi gran frente. Las maestras obviamente ni se dieron cuenta! (perras) y unos chavitos de una secundaria que iban pasando por ahí, me cargaron, yo iba con la cara bañada en sangre y me llevaron hasta donde estaban las dos malnacidas que dizque nos cuidaban (creo que aún sigo un poco resentida jajajajajajajaa).

Hoy entiendo que hay muy pocas personas comprometidas con su trabajo y desgraciadamente las escuelas están llenas de personas así, lo grave es que trabajan con niños y es bien sabido que a estos jamás se les debe de quitar la vista de encima. Creo estás dos mal paridas aprendieron bien la lección.

Lo único gratificante fue ver a las dos llenasdeodio palidecer al verme con la cabezota partida. Corrieron conmigo en brazos, como si las viniera persiguiendo el demonio! Y ya en la oficina de la Directora, me lavaron y me pusieron un vendolete. Ahí debió de haber parado el asunto, pero me cae que el no saber tomar desiciones es tan lamentable, e insisto, más cuando se trabaja con niños.

Llamaron a mi casa y nadie contestó, por lo cual decidieron (en lugar de esperar a que llegara mi mamá) que lo mejor era ir a un hospital. Ya no sangraba, la herida no era tan grande, no me había desmayado, ¡podía esperar! AAAAAAAAAAAAAAAH NO! Que me lleva la Directora.

En la entrada del hospital, en el mero rayo del sol, que se pone la muy pe...pina a platicar con la mamá de no sé quien (y me vale madres) y yo ahí, paradita, sude y sude y con mi madrazo en la cabeza.... Y que me empiezo a sentir mal... Y nada más le jalaba de la ropa y ella ni volteaba, solo con su mano me hacia la típica señal de esperame tantito y seguía bla bla bla bla y yo le volvía a jalar la blusa y ella naaaaaada... Y riajale! que azoto!

Desperté en un cuarto pequeño, todo blanco y una señora muy amable me picaba mi frentecita con una jeringa y me decía que era para que no me doliera, me suturó y a volar pajarito.

Llegué a la escuela de la mano de la pen... señora Directora, ya era casi la hora de salida y todos los niños estaban tomando su lugar en el patio para esperar a su mamá. Obviamente cuando hice mi entrada triunfal al colegio, con mi chichón y mi super parche en la frente, el uniforme bañado en sangre y mi cara de quiero a mi mamá, ni llamé la atención de los niños.... Fue espantoso, todos me veían como freak de circo.

Lo chingón fue cuando llegó mi mamá y me vio caminar hacia ella con mi parchesote! (Cabe aclarar que mi ma' tiene un caracter de la &%$#) Y que se mega empu....! QUÉ TE PASÓ??? gritó mientras les echaba la mirada 32 a las misses. Hasta ese momento yo no había derramado ni una lagrimita, pero que completo el chow y que me suelto a llorar!!! Pus pior se puso la cosa!

Las maestras se mantuvieron como a metro y medio de mi madre pues sabían que le habían pisado la cola al diablo. No sabían ni como empezar, le explicaron que obviamente había sido un accidente, lo cual comprendió perfecto mi mamá, la bronca fue cuando le dijeron que me habían suturado la cara. De pendejas no las bajó! Que cómo era posible que lo hubieran hecho, que debieron de haberla esperado, que ella tenía que dar la autorización para eso, que me habían dejado marcada de por vida, que la cara no se cosía, que mi jeta era la única carta de presentación que iba a tener toda mi vida....etc, etc, etc. Nada más no les pegó porque diosito le agarró la mano, me cae! Pero de la regañiza no se salvaron.

Pobre viejas, creo que en su vida volvieron a descuidar a un chamaco jajajajajajajajaja

Pues bien, ese ha sido mi único ingreso al hospital en toda mi vida. Pero jugadas de la vida, en esta semana tendrán que operarme, nada serio ni de que preocuparse. Es una laparoscopía que dura creo que una hora, sino es que menos y es de estancia corta, pero con anestesia general. Entenderán que eso me pone nerviuda, sentimental y a la defensiva. Es difícil controlarlo, pero sigo intentando.

Mi queridísima Comalle me alivianó en una pequeña conversación que tuvimos hace unos días, porque al principio estaba aterrada.

Textual:

Comalle dice:
y te endiendo, es un miedo del carajo, pero mira, yo ya lo veía así... lo único que en realidad me angustiaba (para que veas a lo que se reduce en cuestión dolor) era que me pusieran el suero,
a partir de ahí no sientes nada de nada de nada... vas a echarte la siesta más maravillosa de tu vida y vas a despertar con un problema menos y como plus TODOS se van a volcar a apapacharte y consentirte. Para mí eso es el hospital
Comalle dice:
te va a ir a ver mil gente, eres la reinita de la chesta, vas a aventarte un ratote harta de que te pregunten "te subo? te ayudo? te hago?"... ES UNA MARAVILLA

El cutis se te pone de lujo con el suero, se te limpia TODO y bajas de peso
"Mita" dice:
QUE MARAVILLAAAAAAAAAAAAA
Comalle dice:
tómala como que te vas a un spa medio pinche

Palabras sabias de mi Comalle, que ya es toda una experta en esto, gracias MJ!!!

Pues bien, inicia la cuenta regresiva, solo es cuestión de días... y de valor! jajajajajaja

Como decía el fabuloso Beto El Boticario: Se acerca la hora cuchi cuchi, la hora chimengüenchona...

Ay nanita!