Estos días he traido en la cabeza un comercial de televisión, en el cual sale un chavito enfermo de gripa, con la nariz tapada, todo fregado, al cual la maestra le pregunta su nombre y el pobre infante balbucea un Baduel. La maestra corrobora: ¿Baduel? y el niño dice: DOOOOOOOO! Be llabo Baduel!!! Chales! Así estoy...
A mediaidos o finales de octubre enfermé espantosamente de una infección en los bronquios, que obviamente sin querer, me transmitió (y a varios miembros de la familia también) un hermoso sobrinito que tenemos y esto me tuvo en cama por dos semanas, afortunadamente sin fiebre alta pero con mocos, un cansancio terrible y una tos que sentía que en cualquier momento un pedazo de mi pulmón quedaría embarrado en mi ventana. Si ya sé, asqueroso, pero así lo sentía.
Como supuestamente ya había sanado, se programó mi cirugía para el sábado 17 y no pudo llevarse a cabo porque el miércoles regresó el asqueroso bicho ese a mi pobre sobrino y a su embarazada madre, y pues sin querer, también a mi.
Me volvió a tumbar en cama, pero ahora sí con una temperatura... que podría hornear en mis manos un pan! Desgraciadamente con la fiebre también volvieron los mocos y la tos pero ahora acompañados de un fuerte dolor de cabeza, cuerpo y pulmones, todo esto durante cuatro días. Horrible, cierto?
La bronca de los virus y bacterias que atacan a los niños, es que son como unas diabólicas bombitas de tiempo esperando para atacar de verdad, a su verdadero target: LOS ADULTOS.
Estas madres mutan de una manera extraordinaria y cuando se filtran en nuestro sistema respiratorio, SE LLEVA A CABO UNA MASACRE! Nuestro sistema inmunológico no es lo suficientemente fuerte y el pobre no se da abasto.
El remedio y su costo fueron exactamente proporcionales a la enfermedad.
Mi doctor me mandó unas inyecciones dolorosas, de esas que cada vez que te la aplican, se llevan en la aguja una parte de tu músculo y hasta bolita con moretón dejan. Una era al mediodía... Por la noche era otra casi igual de dolorosa. Y así fue por cuatro días... :( Más pastillas y jarabes.
Pobre de mi Edu, no lo dejé dormir durante tres noches, entre la tos y la fiebre, mi pobre hombresote sólo dormitaba y sin quejarse no hizo más que cuidarme. A Dios gracias no lo contagié, se mantuvo a pie de cañón, siempre cariñoso, atento y con buena cara, dispuesto a ayudarme a sanar. Estos son hombres y no chin...! Gracias amor mío! :)
Gracias también a mi madre por venir a picar mi hermoso trasero y quedarse a cuidarme mientras Edu trabajaba.
Pero falta aún lo mejor, la preparación preoperatoria. O sea, además de la madriza de estos días, tendré que dejar de tragar dos días antes de mi cirugía, solo puedo ingerir juguitos y calditos (como si hubiera comido algo estos días!) y no conforme, la noche anterior a la operación, tengo que purgarme! Demonios... ¡¿A QUIÉN MATÉ EN OTRA VIDA?! Sí, ya sé, hay cosas peores que todo esto y si lo comparo con los niños en África, y con el cuate que no tiene ni pies ni manos y el que duerme en la calle, yo estoy en la gloria, sí lo sé, pero la neta no me consuela! No me gusta estar así. Pero bueno, ya falta poco para terminar con esta rachita y vienen sólo puras cosas buenas.
Mi cirugía está programada para el jueves 22 a las 10 de la mañana, así que más me vale estar perfecta para ese día, porque sino tendré que esperar nuevamente otro mes para que me puedan operar.
Ya sólo queda la tos (y un trasero demasiado adolorido), finalmente la penicilina hizo su trabajo y la verdad es que tengo tanta en el cuerpo, que bien podría desinfectar el baño a escupitajos, o bien, pasar por pariente de Pasteur.
Se inicia nuevamente la cuenta regresiva...
BUUUUUU! Meeeeeeeeello... jajajajajaja
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