miércoles, 28 de noviembre de 2007

Crónica desde una plancha


Listo! Mi paso por el quirófano fue todo un éxito. Tuve bastante tiempo para programar mi cabecita loca, para que todo saliera bien, para despertar pronto de la anestesia, sin hacer ninguna visión (como decía mi tía abuela), para despertar lúcida, tranquila y sin ningún dolor, ni ninguna molestia. Y así fue...

Desde mi preparación para entrar al quirófano, yo ya estaba echando desmadre con enfermeras y doctores, y cuando llegó mi doc piiiiiiiiiiiiiior! Las carcajadas se escuchaban hasta el otro lado de la sala. La neta es que es un tipazo y es cagadísimo. Al pobre de Edu lo despacharon a la sala de espera, solo me ayudó con mi ropa y la batita, él quería estar conmigo el mayor tiempo posible, pero no le dieron chance. Se fue con una cara de preocupación el pobre...

Mientras, me ponían el suero, me tomaban la presión, la temperatura, etc, yo platicaba con mi doc y me dejé apapachar por él y por todos! Sorry amor! Eso me dijeron todos que hiciera y eso hice! Además, cuando me presentó a la enfermera que le iba a ayudar, lo único que le pedí a la changuita ésta, fue que le cuidara la mano a mi doc, que como yo lo veía medio distraído que nofuera la de malas y hasta de sexo me andaba cambiando, así que mejor no lo dejara ni un minuto solito.

Y mientras mi doctor se ponía guapo para entrar a quirófano, yo chingaba a las enfermeras con que me pasaran aunque fuera un gansito o un changüis por el suero pues mi pancita me dolía de hambre. Méndigas, ni agua me dieron! Digo, lo entiendo, sé que no se debe, pero el hambre es el hambre! Y después de dos días sin tragar, la purgada de la noche anterior y el ayuno de ese día, yo ya sentía la tripa pegada al espinazo!
Como ví que ni un gargajo me iban a echar las muy méndigas, me concentré en seguir echando desmadre pa no sentir mi pancita exigiéndome un taquito.
Media hora después y ya en camino al quirófano, iba en la camilla platicando con el monito que me transportaba, cuando de repente se me apareció una cara desconocida, una enfermera que me decía con voz dulce, pero de esas que apanican: Aquí la esperamos eh, pórtese bien y no vaya a morder a nadie!
¿¿Morder?? ¿¿MORDER?? ¿Por qué habría yo de morder a alguien?
Y de repente otra enfermera: Pórtese bien y no vaya a moder a nadie eh!
Y pos yo pensaba: ¡Chiales! ¿Pos qué tengo cara de perro o qué? ¿Por qué insisten con lo de la mordida? o ¿Tan desquisiada me veo?
Así que todo el camino al quirófano fui repitiendo mentalmente: Norma, no vas a morder a nadie! NO vas a morder a nadie!!! Me acordé en ese momento de lo que mi comalle me dijo que puede pasar en los tres primeros minutos al despertar de la anestesia. Dice que en esos minutos sale tu verdadero YO, sin poses ni pendejadas, y te puede hacer quedar en ridículo el muy maldito! Así que como yo ya no estoy para andar haciendo visiones, me propuse -ente otra cosas- no morder a nadie!
Ya en el quirófano seguí con mi desmadre, jamás había visto de cerca las lucesotas que están arriba de la plancha, las cuales sirvieron pa burlarse de mi porque dije que parecía una nave nodriza y me empezaron a joder que sí, que ya venía mi nave por mi y bla bla bla, de pronto el anestesista interrumpió mi fiesta: Te vas a sentir un poco mareada, eh!
Pensé: Bien, eso lo puedo controlar sin broncas!!! Es como estar peda! No?
Ni me mareaba ni nada, solo sentía hambre y frío, por lo cual jodía al anestesista: Pues aunque sea pongale tequilita a mi suero pa quitarme el frío y no sentir hambre! Y una enfermera amablemente me decía: Ahorita se te quita...
Pasaron como cinco minutos y naaaaaaaaaada, no sentía nada de mareos, ni se me quitaba el hambre ni el frío. Y yo seguía chingando con mi eterno: Tengo hambre, tengo frío. Y la enfermera bien linda me repetía: Ahorita se te quita linda! Y yo, como siempre de desesperada le contesté: Pues no se me quita! Y ni mareada me siento fíjate! Y sopas! Tristemente no recuerdo más! Yo creo que los desesperé y en ese momento me dieron con un mazo en la cabeza!
Desperté de la anestesia en el momento en el que iba saliendo del quirófano, (NO comalle! no le agarré la pompa, ni mordí a nadie, lo juro!) y en un poco más de media hora ya iba de recuperación a mi habitación.

Me urgía ver a Edu, en cuanto abrí los ojos lo primero que pedí fue verlo, pero me dijeron que aún no era el momento adecuado, que hasta que estuviera en mi habitación, MALDITOS! Sabía que estaba muy preocupado, podía sentirlo, y la neta, necesitaba verlo! Y pues sí, ya estando en mi cuarto, cuando entró, se le iluminó su cara al ver que yo estaba tranquila y que nada me dolía, me besó hasta que se cansó y daba las gracias a dios porque todo había salido bien. Es que dice que de pronto lo mandaron llamar del quirófano y que prácticamente se cagó del miedo, pensó que algo había salido mal, que algo me había pasado y el pobre que se puso a temblar. Pero a dios gracias no pasaba nada, mi doc sólo quería explicarle qué me había hecho y que todo estaba bien y que ya habían terminado, pero mientras le pegó el susto de su vida!

Yo creo que esa fue la única parte que SÍ me pudo y me dolió bastante, saber que a la persona que más amo lo hicieron preocuparse de tal manera y pasar un MUY mal rato. Ver en su cara el miedo y el alivio al mismo tiempo fue horrible, jamás me había sentido tan mal. Sabía que había sufrido mucho y eso me dolió en el alma, fue por lo único que lloré, pero me dejó más que claro cuánto me ama y lo afortunada que soy por tenerlo a mi lado. Dios mío, gracias!
Jamás me dolió, ni me punzó nada, ni cuando me quitaron el catéter, ni la sonda, NADA! Puedo presumir que me programé bastante bien y que tuve también una súper atención, nunca sentí dolor de ningún tipo, ni antes, ni después de la operación.
Ya va a ser una semana de mi burbuaventura, mañana me quitan los puntos, sólo me dejaron tres hoyitos de un centímetro cada uno, dos en mi abdomen y el tercero está dentro de mi ombligo, por lo que ni se ve. Me fue bastante bien!
Y mi recuperación está siendo maravillosa, lo malo es que debo de estarme bien quieta y eso me cuesta trabajo, y lo bueno es que madre me está cuidando manaña, tarde y noche, nos ha ayudado demasiado.
Edu también se la ha rifado y cañón! Como siempre demostrando cuanto me quiere y que sigue ahí, pase lo que pase... Es maravilloso tener con quien contar... O no?
Es impresionante como respondemos ante situaciones como ésta, ya seas el paciente, el familiar o un amigo. El sentir que en cualquier momento puedes perder a la persona que amas, o sentir que es vulnerable y que cualquier cosa podría pasarle, te cambia la perspectiva de todo! Te une más a la gente que quieres, simplemente te cambia la vida, punto.
De esto, todos tenemos que aprender algo, cada quién sabrá qué...
Gracias a todos por sus llamadas, oraciones y mensajitos. Por estar al pendiente y por tenerme presente, los quiero con el alma!
Les mando un beso a todos, un fuerte abrazo y mi eterna gratitud.

Sin ustedes, esto no hubiera sido lo mismo.
P. D. Nene, agárrate que ahora sí viene lo bueno...! Te amo

2 comentarios:

McCoy dijo...

Ahora si ya no hay pretexto para no ir al Maya... de nuevo. Bueno te mando un beso, que chido que ya estas bien y dando lata, portate bien, no vayas a morder a nadie...

María Giuseppina dijo...

Mi querida comalle... ahora todo va cuesta arriba, me siento homenajeada al ser citada en este momento tan importante.
Nos vemos muy pronto, te quiero mucho y qué bueno que estés bien.